11 abril 2005

Cuando no estás

Pongo tanta atención cuando te beso…
Que podría contar las arrugas que se forman en tu nariz cuando la presionas con la mía.

Pongo tanta, tanta atención…
Que no oigo nada más que el sonido de tus pulsos acelerados en la sien y las dobleces de tus labios al desplegarse.

Cuando te beso, estoy tan despierta…
Que sería imposible pensar que fue un sueño o una fantasía de esas que me asaltan al hundirme en tus abrazos amplios.

Abro tanto, tanto los ojos…
Que no parpadeo durante horas para no perderme ni un solo gesto de tu rostro, ni una sola de tus sonrisas llenas de estrellas.

Y cuando no te beso, cuando estás lejos…

Mi cuerpo se empaña y la piel empapada de resaca busca de nuevo tus labios para emborracharse de ti, y dejar de lado el miedo a que te borres si no lo hago, a que te desvanezcas bajo la lluvia, como la tinta de los 'edding' que usas para dibujar y dibujarme, los mismos que yo te robo para pintar tu espalda cada noche y con los que tú me confiesas tus deseos escribiéndome poemas en el vientre.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

los besos que yo recuerdo huelen a mañanas de domingo entre las sabanas, a un puerto vizcaino en una noche de verano, a café solo, a hostales madrileños perdidos entre Atocha y el Retiro. Pero cada día que pasa uno de esos besos se me escapa y no puedo retenerlo. ¿El primero que olvidé? El último que dí.

Munchausen dijo...

El último fue en noviembre, a un personaje de ficción (autobombo).

Anónimo dijo...

Me encantan esos besos que flotan en el aire de este universo. Un beso es como una de esas grandes pegatinas publicitarias que todo lo cubren y que algún día terminan por despegarse arrastrándolo todo en su cola reseca. El mundo precisa grandes donantes de besos para tapar los agujeros que dejan, a su vez, otros besos.
Un besazo para esta despensa.

Anónimo dijo...

Te quiero pero...y en la oscuridad del asiento trasero nos fundimos en un beso suave, dulce, apasionado, inundado por las lágrimas que yo trataba de contener. Los ojos, cerrados, mis manos recorrieron una vez más todas y cada una de las curvas de su preciosa cara. La última vez. Me hubiera quedado toda la vida enredado en su cuidada melena, entre sus escasas pero sentidas caricias.
Maldita frase. No deberían existir peros al amor. No es justo.
Gracias Jule, y Besos.

Anónimo dijo...

Tremendo!!! cada día me gusta mas seguir estas historias, cada vez con mas contenido de besos. Lo mejor del mundo, of course! Mis felicitaciones al cerebro de este bitácora. La angustia y la pasión son su fuerte, escribe como nadie!!!!

Anónimo dijo...

Tremendo!!! cada día me gusta mas seguir estas historias, cada vez con mas contenido de besos. Lo mejor del mundo, of course! Mis felicitaciones al cerebro de este bitácora. La angustia y la pasión son su fuerte, escribe como nadie!!!!

mc clellan dijo...

Gracias, de verdad, qué me pongo roja... Esta vez cedo la palabra a uno de los grandes: Luis García Montero.

"Suben desde la umbría,
apuran el sentido de los atardeceres
y llegan a la luz por las conversaciones.
Lugar de conjurados, las palabras.
Por eso necesitan
una noche de frío
y el reclamo secreto de una voz familia
para volver a casa.
Quien vigile la calle
descubrirá un balcón iluminado
y dos sombras amigas que se juntan
a discutir sus deudas,
el saldo compartido de lo que se perdió
en un rincón del tiempo
al levantar el as de corazones."

Anónimo dijo...

encantadoras, como siempre, tus palabras, q te voy a decir, q eres la mejor, of course

Poledra dijo...

Estaba descansando bajo un árbl en el bosque de haiduc cuando algo me atrajo hacia aquí, y me has dejado asombrada maravillada.

Es un blog muy bueno, y me encanta cómo escribes, con tu permso te incluyo a mis links, y sigue así, es un placer leerte.

Un abrazo.

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