27 marzo 2007

Los hermanos

Estaba acostumbrado a disfrutar de la montaña, tenía un hermano, y con él, todo era a medias, o sea, doble. (…)

¿Por qué he vuelto? Me acerco como un explorador al depósito que dejamos aquí hace un año. Afortunadamente, la nieve acumulada no ha cambiado mucho el paisaje. Sí, debe ser aquí. “¡Entremos en calor!”. Y tras unas cuantas paladas aparece el tesoro, como un mamut que el hielo hubiese conservado intacto: rollos de cuerda, anclajes… y el piolet de Félix.

Voy a decir una tontería: cuando empuño su piolet, me parece que agarro a mi hermano de la mano. Ese pensamiento me lleva a este otro: no voy solo. Voy atado, pero no a Jon Beloki. Siempre llevaré a Félix de cordada. Esto también parece una tontería, pero es verdad. Siempre veré a Félix delante de mí. No sé si será así mientras viva, pero creo que por una buena temporada siempre me vendrá Félix a la memoria cada vez que tenga que decidir algo. Félix no estaría de acuerdo, Félix no hubiese cedido tan fácil. Félix me hubiese reñido…

Todavía pretendo hacer mi trabajo a medias, parece que ando huyendo. Como si quisiera ocultarme en la cueva o bajo la nieve. Nunca anduve solo. Siempre he andado en cordada. Empecé con mi hermano, hicimos muchas cumbres juntos. Lo perdí, tendré que aprender la soledad. Porque con otros no será lo mismo (…)

(Alberto Iñurrategi)

7 comentarios:

Gato negro dijo...

Ni imaginas lo que esas palabras han hecho en mí cuando las he leído. Yo también llevo un hermano en cada ascensión, y espero que jamás tenga que escribir párrafos así, porque probablemente no podría.
¿de dónde sacastes las palabras?
Me encantó.Gracias.

Anónimo dijo...

Que tal lo llevamos?
Te perdiste un concierto muy divertido!. Pero el del 21 no me fallas...(los planetas)

Gonzalo dijo...

Yo ya estoy escuchando el nuevo single con el autoreverse a todo meter, como en los cassettes viejos.

Anónimo dijo...

Pues ala, vete aprendiéndolas todas que eso de inventárselas me toca a mi!

Gato negro dijo...

Lo sé, aunque no he leído el libro aún, creo que me pasaré por Desnivel para ver si lo tienen. Aún así se me pusieron los pelos de punta de solo pensarlo.
un abrazo.

hack de man dijo...

Me viene a la memoria la imagen del águila volando con el ciervo en el pico. Siempre me pasa cuando oigo, leo o veo algo relacionado con Félix Rodríguez de la Fuente... aunque no sé si habla de este Félix... :-$

Gonzalo dijo...

Estuve una vez con Alberto, el año pasado, y me transmitió una sensación de tranquilidad y pérdida indescriptible. Encantador, tímido, con esa sonrisa vergonzosa de los que tienen más atención de la que les gustaría, pero que son conscientes de que la necesitan para vivir como quieren.

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