27 junio 2007

Hatshepsut y la Pantoja

Una muela ha sido el mejor documento de identidad para la reina Hatshepsut. Esta mujer, de fuerte carácter y gran personalidad, a la que gustaba jugar con la dualidad de su nombre, reposaba en el sótano del Museo Egipcio de El Cairo desde hacía años.

Los expertos dudaban entre si el cuerpo momificado era el suyo o el de su criada, Sitre In. No había señales que pudieran favorecer el reconocimiento. Tal vez porque tampoco se sabe a ciencia cierta que edad tenía ni en qué circunstancias murió

Unos dicen que fue en un golpe de estado dado por su hijastro, Tutmosis III. Y otros, por pena, tras la muerte de sus principales apoyos en el gobierno del pueblo –uno de ellos, Senenmut, su supuesto amante– y de su hija, Neferura, en la que había puesto todas las esperanzas para que fuera su sucesora en el trono.

Sea como fuere, el caso es que Hatshepsut falleció en Tebas tras 22 años de reinado. Y como tal, su cuerpo fue embalsamado y enterrado en el Valle de los Reyes junto al de su nodriza, como era su deseo. En 1902, lo encontró el arqueólogo británico Howard Carter, el mismo que veinte años después hallaría el sepulcro de Tutankamón.

Y desde entonces, los expertos tratan de averiguar la identidad de los dos cadáveres. Un molar depositado en un vaso funerario con el nombre la faraona ha arrojado la luz necesaria sobre el asunto. Coincide a la perfección con la dentadura de una de las dos momias. Si ya lo decía Isabel Pantoja: "dientes, dientes...".

8 comentarios:

D.G. dijo...

que es lo que les jode... jejejejeje.
por fín han 'descifrado' su identidad... aunque debo confesar que a mí me da pena el trajín que se tienen con estos cuerpos. Si lo pensamos un momento, para desenterrar [por ejemplo en España] a un muerto necesitas mogollón de permisos, burocracia etcétera, y eso sin contar con la opinión pública, que se pone muy nerviosa con esas cosas... En cambio si hablamos de egipto no, podemos toquetear los cuerpos, hacer mil pruebas, mil historias que no quiero ni saber y aquí nadie dice nada...
Es cierto que es historia, pero también creo que ninguno de éstos ha vuelto a su sitio no? no se ... no estoy muy informado con el tema

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Seguro que ella tuvo la culpa... La Pantoja, digo.

libertad dijo...

Hay tantos mundos distintos, que a veces pienso que podríamos sumergirnos en alguno de ellos, y vivir una vida tan o más intensa que la nuestra. Ayyy, el mundo egipcio y de las momias y sus misterios...
Un beso

chopitosmum dijo...

Qué pedazo de señora era la Faraona (Hatshepsut, claro, bueno Lola también, aunque por motivos muy distintos).
Espero que dejen sin desvelar retazos de su vida por aquí y por allá, para poder permitir un resquicio a la imaginación.
En este caso los dientes no han jodido, han sido útiles. Si lo llega a saber seguro que Hatshepsut los esconde.
Besotes.

alakazaam! dijo...

De aquí a quince días sacamos lo mejor de su pasado en hormigas blancas, viejos geroglíficos que insinúan relaciones lésbicas con sus criadas, una supuesta mala relación con su concuñada...

mc clellan dijo...

¡Ay! Alakazaam, siempre tan eficiente. Así me gusta, que no haya tregua ni en verano. ¡Qué va a ser si no! Y piensa que habrá que hacer un robado posado con el biquini de flores de la señorona... ¿Usará relleno?

Anónimo dijo...

ja ja ja ja me ha hecho gracia llegar al final para saber que dientes tendria que ver la pantoja con la egipcia.
¿Porque guararia el diente?¿creian ya en el Ratoncito Perez?

mc clellan dijo...

Sí, Carlos, a mí también me intriga el hecho de que guardaran los dientes. Bien es verdad que hay gente que se hace collares con ellos pero... Seguro que tiene explicación. Si alguien la sabe, que nos ilustre.

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