20 febrero 2009

Luces, Lastres y yo

Hoy he visto en la televisión una imagen que me turba. Es de un faro. Pero no uno cualquiera. Es el de Luces. Llegar hasta él no es tarea fácil, la carretera, por la que no cabe más de un coche en un sentido, está mal asfaltada y hay tramos en los que uno no sabe bien hacia dónde le lleva, si es que le lleva a algún lugar.

El faro de Luces

Pero sí, después de pasar una pequeña barriada y dudar si uno ha cogido el camino correcto o una pista sin salida, allí está el. Sólo, casi desamparado, en mitad de una pradera verde cuyos límites los marca el propio acantilado, cruzado de manera horizontal por el mar y el cielo, dos azules nunca iguales. Una postal de Asturias pura.

Eso sí, desde allí no hay rastro del pueblo. Ni de Luces, ni de Lastres, apenas unos kilómetros más allá, por la AS-257, un puerto precioso al que todas las casas abren sus ventanas. Estoy enamorada de esta zona desde que la conocí, justo al acabar la universidad, en 2002. Fue un flechazo y hoy, tras ver el spot de una nueva serie de Antena 3 que se ha rodado por allí, he comprobado que el sentimiento sigue vivo.

Lastres, desde la ermita de San Roque

No sé explicar qué tiene o qué no. Sólo sé que estar allí (volví cuatro años después) ejerce sobre mí un poder sólo comparable al de el imán con el acero. De hecho, siempre he dicho que si pudiera elegir vivir en un faro (me intrigan tanto estas torres...), elegiría éste. ¡Gracias, Covi, por compartirlo conmigo!

1 comentario:

Anónimo dijo...

me alegro que sigas enamorada de esta tierra. los que estamos por aquí te echamos de menos

besos

covi

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