Hoy es uno de marzo. Faltan 21 días para que entre la primavera. Y tengo muchas ganas. Sobre todo porque lleva casi una semana lloviendo. Y en los últimos dos días a los ratos de sol les han seguido granizadas con ganas, vaya. En mi casa dirían que este mes es así, raro, con chaparrones. Seguramente.
Pero yo no tengo ese recuerdo cuando era cría. Vamos. Que de lo que me acuerdo de marzo era de las marzas, unos cánticos muy curiosos para saludar al mes recién llegado... Y en mi colegio para recaudar fondo para la excursión de fin de curso.
Cada año, el grupo de chavales de octavo de EGB salía por las primeras tardes de marzo, después de las clases, a recorrer el pueblo. Llamaban a cada puerta y si el dueño de la casa daba su permiso, cantaban los mismos versos siempre. Eso sí, después, lógicamente, tocaba el aguinaldo. Aunque había veces que los vecinos preferían dar el dinero antes y echar, con más o menos educación, a los marceros... que a veces lo hacían bien y otras... ejem...
Luego, el tesorero del grupo guardaba el dinero y lo juntaba a lo que se había sacado de la venta de boletos para el sorteo de una cesta en Navidad, en alguna fiesta 'solidaria', y a lo que, al final, tocaba poner a los padres. Suena un poco americano ¿verdad? Me pregunto si aún seguirán con la tradición en el cole... Aunque ahora con la LOGSE los de octavo estudian en frente, en el instituto. Y las marzas las recitan los 'niños' cantores de la Casa de Cultura y el Club de Jubilados, por amor a la tradición.
Pondría la letra, pero no la recuerdo, ni la guardo. Qué lástima, aunque sí que me acuerdo de la frase con la que se saludaba a quien abría la puerta, que era algo así como: "Buenas noches nos dé Dios,/ buenas noches nos dé el cielo,/ a pedir las marzas vienen / los marceros de este pueblo."
Por cierto, si quieres ver como llega la primavera, pincha aquí, y luego avanza (pinchando con el ratón un par de veces)
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