19 mayo 2011

Las revoluciones son un asunto propio

Hace unos días, Marlon ponía en marcha una cadena: compartir algún poema emocionante, en su amplio sentido. Hoy inauguro la sección 'gente que escribe bonito', igual que la etiqueta que usó él, con una pieza de uno de mis poetas favoritos: Luis García Montero. Se llama 'Las revoluciones son un asunto propio' y pertenece a su último libro, 'Un invierno propio' (Ed. Visor Poesía. Madrid, 2010. Pags. 176. 20 euros). Y lo traigo aquí porque me gusta y porque no puede estar más de actualidad (#democraciarealya).

Las revoluciones son un asunto propio

No conozco un dolor
que no merezca ser compadecido.
Ningún silencio reina
sin temer el momento de romperse.
No hay poderes injustos
que no sepan controlar la rebeldía
tejida por sus sombras.
Salgo a la calle,  leo los periódicos,
navego el mar de leva que mueve las noticias,
observo las coronas, las órdenes exactas,
los palcos de la fiesta,
lejanamente oigo
la voz de los discursos.
Después de las llamadas de teléfono.
de los barcos hundidos,
del pescado sin sal
y de los comentarios
son estas las razones de que siga en política.
El mundo es triste y duele
y no existe un dolor
que no merezca ser compadecido.
El reino del silencio
a veces se ha llenado de música en dos ojos,
en una libertad provisional
o en una historia que nos cuentan.
Y la sombra alargada del poder
esconde limoneros de dignidad,
documentos alegres que resisten
y  lagrimas de menta para la despedida.
Por eso sé que las revoluciones
son un asunto propio
como ropa que duerme a los pies de la cama.

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