29 marzo 2005

Besos

Un beso dura lo que dura un beso. Pero ¿cuánto duran estos besos que no se dan, que se ahogan en los labios o en los vasos de ginebra? Son ésos los besos rotos que se guardan en un cajón, los que agrietan los labios y no hay vaselina que los repare. Esos besos tan intensos que rayan el espejo de nuestra pupila, que descorren los visillos de la sinceridad y nos demuestran el agujero que se oculta en la arena de playa. Son los besos que descubren la nada, el vacío, el silencio congénito. Son los besos que gritan sin hablar, la sospecha y la certeza de otros besos serpentinos y lascivos, los besos del engaño, los besos falsos de lo que se bate en retirada, en definitiva, los no besos.

4 comentarios:

Munchausen dijo...

Kiss Kiss Bang Bang

mc clellan dijo...

Muy bueno lo del musu, luis. Por obvio que parezca, nunca lo había pensado. Lo del beijo... a mí me recuerda a los niños que todavía no saben hablar y alzan los brazos pidiendo atención. Y a ti, ratonov, guiño por el enlace... Grande. Muaks (como no podía ser de otro modo).

mc clellan dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
gonzalvo dijo...

Pasé por casualidad y me gustó lo que vi. Te frecuentaré.

Un saludo.

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