Y cuando levanté la vista, lo vi. Allí, de repente, leyéndose el periódico, sección cultura, por supuesto. Con el cortado a su derecha y fumándose el cigarro que me robó antes de cerrar la puerta de madrugada. Exhalaba el humo con la misma insolencia de un príncipe sin trono. Me atusé el pelo y encaminé mis pasos a la barra. Por el lado de su mesa, claro. Estiré el cuello, parecería resuelta. Le miré. No me saludó. Ni siquiera me había visto. Escruté su bolso. Miller descansaba junto a Dior y Solan de Cabras.
5 comentarios:
ten cuidado mc clellan, dior y solan de cabras parecen malos compañeros
Descuida, no creo que sean peligrosos. Probablemente se diluyan el uno al otro.
Hombre, yo en vez de Solan De Cabras prefiero Lanjarón que agranda y ensancha el corazón, pero Bezoya tampoco está nada mal...
periodico, cafe, tabaco... ¿porqué levantar la mirada?
por cierto, despues de tres meses actualice mi blog!!
La próxima vez no esperes a que él te mire!
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