03 enero 2007
A dieta
Te regalo todos mis sueños. Me duelen. Se me clavan al dormir en los costados. Y cuando me levanto, dan vueltas y vueltas y vueltas hasta que me mareo. Me he cansado de mirar al frente si lo que hay no es el mar. Eso sí, te aviso. No intentes venderlos en el rastro. No creo que te den mucho por ellos. Hay demasiados en los puestos. Fíjate en las cajas que se exponen. Hasta las de conchas tienen alguno dentro. Cógelas y abre sus tapas. Observarás que no pesan mucho. Algo asi como 21 gramos, los que dice un director que perdemos al morir. Míralo por el lado positivo, tal vez ahora entre en cintura. Quiero decir, la de mi talla.
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13 comentarios:
Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros.
No duerme nadie por el mundo. Nadie, nadie.
No duerme nadie.
Hay un muerto en el cementerio más lejano
que se queja tres años
(Fragmento de 'Poeta en Nueva York', García Lorca)
Últimamente mis sueños se venden baratos en el zoco de mis sábanas, eso sí, aterradores como hacía tiempo no venía.
Empiezo el año con miedo, aunque me mantengo distante para que nadie lo note.Será el vértigo de los tejados.
GATO NEGRO
Pues como deshollinador, no tendrías precios, gato negro. Bueno, pues nada, lo mejor es silbar.
Niña de verde, nunca te desprendas de tus sueños...Son de las pocas cosas que nadie te puede quitar.
Ah, te animas mañana a salir a buscar a Los Reyes?. Tendremos que indicarles bien el camino de casa, aunque sea sólo por el roscón!
Pues ahora que lo dices, sí, que me animo. Todo sea por el bien del pueblo... ¡A ver si no van a encontrar la dirección!
Perfecto. Pues mañana te aviso y nos vemos. Me imagino que quedaremos en el Twiggy (para no variar).
los sueños son blandos, suaves, cautivadores, inspiradores...peligrosamente obsesivos y no todos conquistables...e aquí donde empiezan a doler y a perder su sentido de reyes buenos de la noche...
No los persigas descaradamente, déjalos que coqueteen con tu sonrisa y si alguno se despista en su juego...lo atrapas... si no, déjalos pasar, vendrán más, son infinitos, como ese mar que imaginaste y siempre estará al frente cuando decidas mirar.
Buena teoría, anso. Lo peor de las obsesiones es, precisamente, que no dejamos de pensar en ellas. Y sí, es cierto, cuando uno piensa demasiado en un sueño lo convierte en perverso. Hay que verlos como pompas de jabón: no se puede ir tras de ellas, son ellas las que caen sobre uno. Sin embargo, existen ladrones de sueños y son muy habituales en nuestra sociedad. No hay más que echar un vistazo por ahí.
Soy demasiado realista, siempre...
Pero siempre dejo un hequecito a mis sueños, sino acabaría desnutrida y teniendo que ir al Hospital a que me metan una buena sonda.
Un beso
ladrones de sueños?...mnm...ultimamente oigo hablar de ellos por todas partes...
:oD
No le regales todos. Quédate alguno para ti, porque sin sueños es difícil que le crezcan a uno las ilusiones...
¿Tú te subirías al autobús o te quedarías allí? Respóndeme cuando veas 'Babel'
Y yo me pregunto quien quiere sueños ajenos...
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