30 abril 2007

Manzanas

A la Gran Manzana le pusieron el nombre unos mozos de cuadra. Trabajaban en el hipódromo de Nueva Orleans y ansiaban un hueco en el de Nueva York. Para ellos, la pista neoyorquina era algo así como el cielo. Un día alguien los escuchó mientras hacían sus cábalas. Se llamaba John Fitz Gerald y trabajaba en el New York Morning Telegraph. Corría el año 1921.

Al cronista deportivo le gustó tanto la expresión que decidió hacerla suya y renombró su columna sobre hípica como 'Sobre la Gran Manzana'. El 18 de febrero de 1924, Fitz Gerald escribió lo siguiente en lo que él creyó un alarde de originalidad: "La Gran Manzana. El sueño de todo chico que haya montado un pura sangre y el objetivo de todo jinete. Sólo existe una Gran Manzana y es Nueva York".

Ya en los años 30, el término acuñado entre las bostas de los caballos que competían en Nueva Orleans adquirió un nuevo significado. Y lo hizo sin perder sus raíces sureñas. Los músicos de jazz aseguraban el fantasma de la gloria sólo se hacía materia si uno se tomaba una copa en alguna tasca neoyorquina y le tocaba al oído. "Son muchas las manzanas que tiene el árbol del éxito, pero Nueva York es la Gran Manzana", musitaban entre vapores etílicos. Luego, en 1971, una campaña de promoción turística se encargó del resto.

10 comentarios:

Gonzalo dijo...

Manzanas traigo. Lo siento, no he podido evitarlo. ;)

mc clellan dijo...

Pues mira, barajaba yo la posibilidad de titular así la entrada, pero me acordé del humor de cierto personaje... :P

Gonzalo dijo...

Si es que, claro, vamos provocando.

mc clellan dijo...

Debe ser cosa de las manzanas, que mira que son una fruta con historia. Hoy me he enterado que el logo de Apple podría ser un homenaje al matemático Alan Turing, gran amante de las manzanas, al parecer.

Gonzalo dijo...

Todo eso, por no mencionar lo de Newton, gravemente afectado por la melofilia.

mc clellan dijo...

O la que se comió Jim Hawkings en La isla del tesoro para luego dormirse en el barril donde se guardaba la fruta.

Gonzalo dijo...

Se me van agotando las referencias... ¿Blancanieves? O mejor aún, la madrastra, que siempre me pareció que tenía más morbo.

mc clellan dijo...

Ja, ja, ja... Las de oro, que estaban en el jardín de las Hespérides, y que robó Heracles para cumplir con su penúltimo trabajo.

Gonzalo dijo...

Joer, la de Eva.. la de Guillermo Tell... la de Afrodita (la de la discordia)... y la de la tarta, por fin.

mc clellan dijo...

¿Ves como sí te quedaban recursos? :P

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