20 septiembre 2007

Las horas


Cerró la puerta y suspiró. Por fin se había acabado el mes. No se oyó nada. Agarró el teléfono, pero al otro lado no contestó nadie. Salió a la calle. Hacía una temperatura agradable. Pensó que podría cambiar el metro por el autobús. Al final, se decidió por caminar. Tuvo una sensación extraña. Había recuperado algo que entregó, al parecer, en depósito hace meses. Cuando se vendió. El lunes pasaría por la ETT. Le quedaba entregar el último parte de horas.

3 comentarios:

Gonzalo dijo...

Por circunstancias, nunca he tenido que entregar partes de horas. ¿Afortunado? Bueno, si en una época me hubieran pagado las horas extras, mi sueño de prejubilarme a los treinta y cinco sería casi fácil.

chopitosmum dijo...

Eso estoy deseando yo, que acabe este dichoso mes.
Besotes.

alakazaam! dijo...

Como más vale tarde que nunca he seguido la cadena de tu juego de niños en mi blog, a ver que te parece ; )

Post nuevo Post antiguo Inicio