03 octubre 2007

Días duros

Estoy sentada frente al ordenador. Escribo y pienso en ti. Tengo la luz apagada. Siempre me ha gustado teclear en la penumbra. De fondo, suena Quique, y también un adelanto de su nuevo disco. Una sirena se cuela por la ventana. Creo que llueve.

Antes pensaba que las cosas importantes salían en los diarios. Hoy me doy cuenta de que, a menudo, sucede todo lo contrario. No hablan de cajones vacíos, ni de broches perdidos en paseos de verano. No recogen mapas de pecas y lunares, ni entrevistan a ombligos redondos y perfectos.

Cuentan que hay guerras, con armas y con palabras. Que la gente muere y mata, y se olvida. Pero no tienen ni idea de que el disco que promocionan es un regalo bajo una almohada. Y el libro que fusilan, un hueco en una estantería con polvo. Los tabloides no resuelven la felicidad, ni saben de días duros.

Son las doce. Mañana madrugo. Y dudo de que cuando me levante estén puestas las calles. Y haya salmones en los quioscos. Sin embargo, sé seguro que cuando me despierte, a eso de las seis, habrá unos ojos que me miren más allá de los párpados y café desvelado en el armario.

10 comentarios:

Gato negro dijo...

Tampoco cuentan que cuando se tiene hambre, no hay moscas en la boca, sino dolor de estómago, ni que cuando uno tiembla no tiene que ser de frío, sino que tenemos miedo.
Me uno a tus palabras.

Pd: Lo nuevo de Quique...increíble.

Elena -sin h- dijo...

Los periódicos sólo empapelan paredes de habitaciones vacías, para habitar sentimientos se necesita inevitablemente papel de colores. Aunque a veces se nos apaguen.

P.d. A ver si Quique se anima esta tarde a tocar algo ;)

D.G. dijo...

Que razón tienes, que de cifras y que de hectáreas y que de objetivos y subidas y bajadas... y que poco nos repercute eso cuando tenemos nuestros propios problemas, los del sentimiento... esos que no nos saben explicar, ni que decir tiene aliviar.
Pero a la vez que bonito el intimismo que describes, en tu sala, frente al ordenador, con esa música de Quique que sólo él sabe hacer y cantar... a veces merece la pena sufrir un poquitín para poder disfrutarnos, conocernos...

Crapúscula dijo...

Yo el çultimo en salir... tá la primera en llegar... una de 14 en la quiniela y...y... cambiamos los turnos por lo menos :-)

mc clellan dijo...

Jajajaja. Empiezo por Crapuscula, que me ha hecho mucha gracia. ¿Sabes lo malo del asunto de la quiniela? !Que no la echamos! Bueno, al menos, yo. Aunque a lo mejor me lo pienso... que el madrugar me sienta mu mal: para el humor –cada vez hago chistes más malos dignos de... de...–; y para la cabeza –y no, no es lo que estás pensando, lo que me pasa es que me duele.

Y ahora, por orden. Gato, gracias por pasarte por aquí, yo también te observo desde los tejados. Y estoy de acuerdo en lo de Quique, aunque es un disco más calmado y triste.

Sherezade, ¿cantó o no? Yo me pasé antes, a comprarme el disco, de hecho, pero no me quedé. Demasiados planes... Un día echo el freno y me hago de Bruguer.

D.G., benditos los ojos que te leen. Y sí, a veces, el dolor nos hace darnos cuenta de lo que tenemos. Y qué coño, es la única manera de saber si estamos vivos.

Melpómene dijo...

Me ha gustado mucho

Para, creo que voy a vomitar dijo...

Lo verdaderamente importante son esos párpados :)

libertad dijo...

Pues eso es mucho...preciosa reflexión en penumbra
Un beso

Elena -sin h- dijo...

Y Quique no tocó ná de ná :(

chopitosmum dijo...

Ese periódico lo hacemos cada día, cada uno, y algunas veces se lo mostramos a los demás como tú ahora.
Gracias.
Besotes.

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