El corazón de Voh

Hay un lugar en Nueva Caledonia (Francia) increíble. Lo descubrió Yann Arthus Bertrand en uno de sus viajes. Está en el municipio de Voh, en pleno manglar. Se trata de un corazón vivo. Lo impulsa el agua. Cuando no llega, se vuelve amarillo. Cuando fluye sin problemas, torna a verde caqui. Desde el cielo es fácil verlo. Fácil y mágico. Cuenta Bertrand que cuando hizo esta foto, hace ya muchos años, muchos le preguntaron si era un truco.

Hoy, al verlo, me ha hecho abstraerme durante un buen rato. A veces pienso que a este mundo le falta corazón, y mira por donde, no es así. Me gusta haberme equivocado, saber que hay un sitio, a miles de kilómetros de mí, donde late uno "al rito de la propio Planeta", como dice Bertrand. Pero es que, además, están en una zona curiosa. Los manglares son bosques entre acuáticos y terrestres que crecen en suelos cenagosos y expuestos a las mareas. Más o menos como nosotros, que vivimos a dos aguas siempre, debatiéndonos entre hacer algo o no, e intentando no caer en las arenas movedizas que nos rodean.