15 septiembre 2009

Concierto privado

Entro en el bar pisando segura sobre sus tacones. Doce centímetros de aguja ocultos bajo el vaquero. Una bocanada de tabaco la recibió. Sonaban Pixies. Había más gente que de costumbre, pero su esquina estaba despejada. Se acomodó en el taburete y pidió un Gintonic
-¿De qué lo quieres?

Dudó un momento. "De lo que tú me recomiendes", respondió sin inmutarse. Siempre se pedía Bombay. El camarero se dio la vuelta y cogió MG. De repente, se abrió la puerta y entraron dos figuras masculinas. Eran las cuatro. Hora de cerrar. Nadie les dijo nada. Uno de ellos echó la llave y ordenó bajar ligeramente la música.

"¿Hoy vienes sola?", le dijo el dueño del local. Pero era más una afirmación que una pregunta. "Pues has vuelto a tener suerte". Conocía bien a Suso. Y también a la figura que acababa de entrar con él. Y a los que estaban en la otra punta de la barra. Alguien sacó una guitarra del cuarto de los trastos. Había concierto privado.

Encendió un cigarrillo y dio una profunda calada. Alguien le ofreció una raya que no aceptó. Miró hacia el camarero. En una madrugada como ésta se lió con él y dejó la universidad.



2 comentarios:

chopitosmum dijo...

Me puedo quedar a espiar en un rinconcito???
Besotes gordos.

Anónimo dijo...

Brillante.

Crapu

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