10 julio 2010

Sillín

sillín, originalmente cargada por farandwell.
Todavía me acuerdo de mi primera bici. Era una BH roja de tercera o cuarta mano. La había traído el vecino para mí. Y sí, me costó aprender a mantener el equilibrio sobre dos ruedas. Pero una vez que lo logré... no sé cuántos kilómetros le hice. Después, la bici volvió a manos del vecino, que entonces ya tenía un sobrino y fue él quien la heredó. Hoy, esa BH sigue aparcada en el cobertizo del vecino, enroñeciéndose por la humedad y mostrando las heridas de guerra que le hicimos. Ella también nos marcó: no hay más que ver nuestras rodillas.

1 comentario:

Elena -sin h- dijo...

Iba a mandarte un correo para preguntarte un par de cosillas importantes (y un poco urgentes) pero no he encontrado tu correo... ¿es mucho pedir que me escribas un mail y te cuento?
Gracias, gracias y gracias.

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