11 septiembre 2011

¿Donde andaba yo el 11 de septiembre de 2001?

Era un día soleada y de calor. Yo estaba medio pachucha. La noche anterior, creo, había salido a celebrar que había aprobado el teórico del carné de conducir. No bebí mucho, pero creo que la cerveza tostada que me tomé no me sentó muy bien. Pasé la mañana regular y después de comer me tumbé en el sofá de la salita. Puse la tele, pero no sé qué. 

De pronto, mi primo me llama desde el salón... Algo estaba pasando. Cuando fui tenía puesto Antena 3 y Matías Prats no aceptaba a explicar lo que pasaba: una avioneta se había estrellado contra una de las Torres Gemelas de Nueva York. Terrible accidente. Pero no. Un cuarto de hora después y en directo asistí horrorizada a cómo otro avión impactaba contra el otro edificio hasta entonces intacto. 

¿Y esto qué es? Nadie acertaba a explicarlo. Cambiamos a La 1 y Ana Blanco tampoco tenía la respuesta. Ya no había más noticias. Todos los informativos se quedaron intentado averiguar y contar lo que pasaba en Nueva York. Y cada nuevo dato parecía más alarmante. Otro avión caía en no recuerdo bien donde. El Pentágono estaba siendo desalojado... Y mientras tanto las Torres ardían, la gente se tiraba por las ventanas... Hasta que la estructura empezó a ceder y cayeron una primero y otra después. 

No tengo constancia de cuánto tiempo estuve pegada a la televisión. Pero sí de que a las seis fui, como correspondía, a dar mi clase práctica de conducir. Aurora, la profesora, y yo no hablamos de otra cosa. Además, teníamos la radio puesta y seguíamos escuchando lo que pasaba al otro lado del mundo. ¿Un atentado? Aquello sobrepasaba cualquier cosa que hubiéramos podido imaginar. No me preguntéis cuál fue el recorrido que hicimos en el Golf aquella tarde. 

Al acabar volvía a casa y seguí pegada a la televisión. Sí, no a Internet, que es lo que hubiese hecho hoy. Entonces no teníamos ADSL, sino conexión ¿cómo se llamaba? Ya no lo sé... Además, tenía que ser a partir de cierta hora para que saliera a cuenta. En fin, las cosas cambian mucho en diez años. Tampoco tuve conciencia de que a lo que había asistido iba a cambiar el rumbo de la historia y a condicionar la vida del Planeta para siempre.

No hay comentarios:

Post nuevo Post antiguo Inicio