29 septiembre 2012

Para días en que llueve

Hace unos años, la campaña de publicidad de Los 40 Principales -si no recuerdo mal- preguntaba algo así como: "¿Y tú podrías vivir sin música?" Yo lo tengo claro. Jamás. No hay día en que no encuentre un hueco para ponerme alguna canción y la escuche. Muchas veces las elijo según mi estado de ánimo. Y en otras tantas las escojo para cambiarlo. 

Si hago deporte no puedo estar sin los cascos puestos y de hecho, si no los tengo en las orejas es porque en la sala ya hay. No concibo estar a solas conmigo sin una banda sonora. Hasta sueño en estéreo. Y es curioso porque en mi casa nadie escuchaba música. Solo había una radio vieja en la que el cassette funcionaba cuando quería y se tragaba las cintas -de jotas y de Rocío Dúrcal de mi tío, al que jamás vi darle al play-.

Mi primer walkman -coño, qué vieja me estoy haciendo- lo tuve a los doce y me duró hasta los veinte -cayó de un primer piso y quedó en estado crítico-. Lo usaba en mi habitación, camino de la escuela o cuando paseaba con mi mejor amiga de entonces. Ella se ponía un auricular, yo otro y nos podíamos tirar las horas muertas así, andando de arriba a abajo. Por aquel entonces creo que escuchábamos Bryan Adams, Bon Jovi y cintas que grabábamos de la radio.

Luego tuve un radio-cedé-cassette, el ordenador de sobremesa y el portátil. Y fue con este último cuando comenzó mi afán por las listas. Vivía entonces en un piso de estudiantes y nos gustaba poner música a todas horas. Éramos dj's de andar por casa y fue cuando amplié muchos horizontes musicales: me abrí a toda clase de sonidos -porque hasta entonces yo era muy de cantautores-.

Hoy el 95% de la música que escucho es a través de Spotify (en el móvil, en el ordenador, en el iPad...) y no puedo, como antes, ponérmelo para trabajar -un placer casi orgásmico-. Sin embargo, sigo con el mismo afán por descubrir voces y acordes, y hacer listas, millones de listas, como en 'Alta Fidelidad', la novela de Nick Hornby de la que luego se hizo una película protagonizada por John Cusak, que clava al protagonista.

Tengo de todo tipo: de correr, de relajarse, de dar los buenos días, de buen rollito, para cocinar, de versiones curiosas, de gafapastas, dedicadas a algunos de mis artistas favoritos, evocadoras de algún viaje... Y para días en que llueve. Por fuera, como hoy, dulce otoño, o por dentro. Disfruten de ella tanto como lo hago yo... en este día de feria en Puentenansa.

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