03 enero 2016

2016 propósitos y algún despropósito

Acabo de echar un vistazo a mis propósitos de 2015 y... bueno, he cumplido unos cuantos. Otros lo he intentado, al menos. Y hay uno que se me resiste. Supongo que ese lo tendré que poner el primero en mi lista para este 2016. Se me ha ido la Navidad casi sin enterarme... Llegó de improviso y a punto está de marcharse por la puerta ya. Dicen que no me pega nada, pero me encanta este periodo. Y eso que en mi casa, de toda la vida, ha sido bastante lamentable: sin ganas, de luto, con broncas... Un coñazo, vamos. Pero hete aquí que a mí no se me quitaron las ganas.

Este año, sin embargo, me han pillado a pie cambiado. No podría decir exactamente qué ha pasado, pero me he quedado un poco helada. Creo que en los últimos meses he ido acumulando más de una desilusión y el espumillón no ha servido para taparlas. También es verdad que el trabajo me ha restado mucho tiempo libre durante todo el año y eso se nota, sobre todo cuando te encantaría currártelo más, pero tu horario y el de las tiendas es incompatible.

Una foto publicada por @farandwell el


Más allá de eso, es cierto que no estoy en mi mejor momento (teóricamente debería ser así, pero...). Me han pillado blandita. Triste. No ha habido comidas o cenas previas, ni cafés para ponerse al día, ni poinsetias... Por no haber no ha habido ni frío (ese cambio climático, un saludo). No voy a echar balones fuera: en parte, y gran parte, es culpa mía (bueno, lo del tiempo no, todavía). Y los Reyes, que son MI fiesta no pintan mejores. Esta vez no he podido ni organizarme para comprar los regalos, que es algo que disfruto tantísimo... Sobre todo, si conozco bien a las personas.

He decorado la casa, por supuesto. Y cada vez que miro mi rincón especial, que esta vez está en el salón, sonrío. Me encanta cómo ha quedado todo. También hubo cine el día de Año Nuevo. Con toda la familia. Nueve en el cine, desde los 67 a los 5 años, para ver... ¡tachan!... 'El despertar de la fuerza'. Me encantó todo (y eso que yo no soy fan de la saga), hasta que mi sobrino chico me atiborrase a gominolas en plena dieta. Es lo que hay.

Y también he subido Lunada. Ayer. Es una cita tradicional de esta casa: coger la bici y subirse el puerto, si no lo ha cerrado ya la nieve. Como la de correr en Navidad y Año Nuevo antes de comer. Hizo un día fantástico: con frío (porque en la cima había 3 grados a la una de la tarde), pero soleado. Y el paisaje estaba precioso: marrones, dorados, malvas... Te llenaba la vista y te hacía olvidar que estaba subiendo un puertarraco. Yo empecé en San Roque de Riomiera (imposible bajar más en la bici porque se me quedaban heladas las manos y dolía mucho), 14 kilómetros todos para mí. Y me sorprendió lo mucho que disfruté y las buenas sensaciones que tuve. De hecho, mejoré mi tiempo.

Lunada2016

Así que ahora lo que toca es hacer la lista de TO DO, como todos los comienzos de año. Y sí, lo primero de mi lista lo voy a decir al final. Por vergüenza torera.

- Nadar. Este año sí o sí hay que aprender a nadar donde no haga pie y en el mar, a ser posible. Es uno de mis grandes miedos, pero habrá que enfrentarse a él. Eso sí, la piscina me da pereza máxima. ¡Ay! Me motivaré pensando en lo bien que me van a sentar los bañadores con la dieta (que dicho así parece que es draconiana y ni mucho menos, no se me asusten)

- Disfrutar. ¿Alguien me explica por qué soy incapaz de hacerlo? Pues eso. Y ser más positiva también molaría. Y cuidarme un poco más (y esto también tiene que ver con ponerse lo primero que una pilla en el armario).

- Mimar a quien me quiere. Sobre todo a una persona. Este año quiero hacer todas esas cosas que pienso que estarían guay y luego nunca materializo. Sin necesidad de fechas (que tampoco es lo nuestro, por cierto).

- Desempolvar la cámara. No es que no haga fotos, que las hago, pero quiero ponerme más ¿en serio? No sé, hacerlo más consciente y más natural, no obligada por las circunstancias. Esto es difícil porque es una afición que lleva tiempo. Ya veremos cómo me las apaño.

- Bajar de 1h45' la media maratón. En principio quiero lograrlo en mayo. Y si no se da, tengo siete meses más hasta diciembre. Este año he asentado el hábito de correr, me gusta. Me hace sentirme bien aunque todas las mañanas que salgo diga lo mismo: "¡Qué perecilla!".

- Los blogs... esos grandes olvidados vuelven a tener su espacio en esta lista. Hay que ser constantes. Sé que tengo cosas que contar y que puedo sacar algo de tiempo el fin de semana, así que... No hay excusas.

- Aprender a conducir (ver propósitos del año pasado).

Hay más, concretamente 2.009 propósitos, aunque quizá me alargue demasiado ¿no?

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