El tiempo es un espejo con distintas imágenes
que brillan en su fondo como una procesión de fuegos fatuos
hasta que el humo las dispersa,
y entonces
siempre ocurre lo mismo:
aparece tu rostro,
y sé que para verte tengo que hacer un gran viaje desde mis ojos a los tuyos,
y desvivir distancias, advertencias y defunciones,
pues sólo puedo verte traspasando un espejo
y se astilla el cristal cuando paso por él,
y cada esquirla es una herida,
y vivir es tan sólo un espejo sangrando,
un espejo que se vuelve a quebrar todos los días cuando paso por él para mirarte,
porque no hay solución,
no hay claveles adrede,
y al romperse el espejo se multiplican las imágenes
y apareces en todas ellas como eres:
radiante y casual,
pero no puedo verte,
no te veo,
pues en el fondo de mis ojos queda un poco de humo.
(Luis Rosales)
que brillan en su fondo como una procesión de fuegos fatuos
hasta que el humo las dispersa,
y entonces
siempre ocurre lo mismo:
aparece tu rostro,
y sé que para verte tengo que hacer un gran viaje desde mis ojos a los tuyos,
y desvivir distancias, advertencias y defunciones,
pues sólo puedo verte traspasando un espejo
y se astilla el cristal cuando paso por él,
y cada esquirla es una herida,
y vivir es tan sólo un espejo sangrando,
un espejo que se vuelve a quebrar todos los días cuando paso por él para mirarte,
porque no hay solución,
no hay claveles adrede,
y al romperse el espejo se multiplican las imágenes
y apareces en todas ellas como eres:
radiante y casual,
pero no puedo verte,
no te veo,
pues en el fondo de mis ojos queda un poco de humo.
(Luis Rosales)
3 comentarios:
no hay claveles adrede es un verso genial, impropio del propio Rosales, que por lo general me resulta aburrido. Ya es mala suerte ser poeta y ser granadino -vale que lo de ser ciego sea aún peor, etc.-, con los dos García por delante.
Sí, es un verso muy curioso. No he leído mucho de Rosales, apenas nada. Pero este poema (incompleto) me gustó desde que lo descubrí, en clase de Literatura. Humo en los ojos es una excelente imagen. A mí también me gustan más los García, sobre todo, Montero. Lo que pasa es que Rosales es más clásico, como si los unos fueran la transfiguración de la juventud, con su mirada nueva y desnuda. Y el otro, la de la vejez que no puede descubrir nada, sino contarlo.
La verdad es que es un poema maravilloso y ese verso es realmente bonito. Lo de "impropio del propio Rosales", (como toda opinión que conlleva la subjetividad) no lo comparto. Y lo de la mala suerte y compararlo con los García, no me parece un comentario interesante, teniendo en cuenta lo que es Rosales para la literatura española. Ahí está el reconocimiento que tuvo para demostrarlo y su ingente obra tanto ensayística como poética.
mc clellan, te animo a que lo sigas descubriendo, han publicado hace poco dos antologías muy interesantes.
Saludos.
Publicar un comentario