La primera vez que me di cuenta de que mi padre no era una persona eterna tenía 23 años. Sabía de la muerte desde los dos años. Y a los ocho perdí a la segunda persona más importante en mi vida. Pero no había querido pensar que también le podría pasar a mi padre. Él era perpetuo. Sin embargo, a los 23 alguien me dio un toquecito en el hombro y me dijo: 'Sshhhh, nena, creo que te estás equivocando'. No lloré. Tragué saliva y me dije que había que afrontarlo todo, fuera lo que fuera. Y sonreír, porque eso le valía a él más que una pastilla.
Afortunadamente, nada fue tan grave como se intuía. Simplemente, un aviso, un 'cuidado, que no me veas no significa que no exista'. Y hay días en que cuando suena el teléfono se me encoge algo en el pecho y me falta aire para respirar. Luego, no es nada, sólo un saludo y alguien que reprende al otro lado. 'Come. Vete al médico. Ahorra. ¿Qué tal el trabajo? ¿Llamaste a tu hermano?'. Y pienso '¡qué pesados!'. Pero también cuánto me gusta que lo sean.
Afortunadamente, nada fue tan grave como se intuía. Simplemente, un aviso, un 'cuidado, que no me veas no significa que no exista'. Y hay días en que cuando suena el teléfono se me encoge algo en el pecho y me falta aire para respirar. Luego, no es nada, sólo un saludo y alguien que reprende al otro lado. 'Come. Vete al médico. Ahorra. ¿Qué tal el trabajo? ¿Llamaste a tu hermano?'. Y pienso '¡qué pesados!'. Pero también cuánto me gusta que lo sean.
7 comentarios:
Yo hace no mucho que perdí al mio y como tú sigo con escalofríos cada vez que suena el teléfono, no somos eternos y sabemos que existe la muerte pero a veces no estamos preparados.
Aprovéchate de ellos, de tu tiempo a su lado, de los besos, los abrazos, las advertencias mil veces escuchadas, estrújalo...
Besotes.
P.D. Lleváis una semana que parece que estáis dentro de mi cabeza, al final voy a tener que abrirme en canal y ponerme a escribir sobre lo que estaba evitando.
Yo también temo los teléfonos y obligo a unos pocos a una suerte de perdidas que dicen ya he llegado, duerme tranquilo. También me enrolé a lo de ser hipocondríaco, que es una ampliación más del miedo. Pero cada día tengo menos miedos. Ahora los llamo pánicos. :-)
Uno nunca está preparado para eso. Ya tengo 23 que 53.
Vaya, me apunto a lo que dice chopitomum, escribes algo a lo que llevo dias dando vueltas y como siempre lo haces de una forma magistral.
Pues si a veces el cariño agobia un poco, pero ¿sabes una cosa? pues que dentro de...nada, te sorprendes diciendo: abrigate, come, cuidado al cruzar, vuelve pronto....
Y oyendo: por ahí, con unos amigos, no se, paso, no haberme parido...
Y entonces "comerás huevos"
hola, caí de visita bucando fotos de robert capa, y aquí estoy, leo montag por allí, pastillas y padres por allá, hola hola, soy linda kuntz
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